¿Cómo nació Entrelibros?
Inés Sotelo

Fue la pregunta que Marisa Chamizo me invitó a responder en unas pocas líneas.

En los años 2010-2012, Ernesto Sinatra fue el Director de la Escuela y lo acompañamos desde las Secretarías: Débora Nitzcaner, Celeste Viñal, Pablo Russo y yo.

Formar parte del Directorio de la Escuela, particularmente, como secretaria de Biblioteca, fue para mí un enorme desafío y una apasionante responsabilidad.

¿Para qué una biblioteca en la Escuela de Lacan? Nos orientó el hallazgo: Jacques-Alain Miller en "Lacanalysez-vous!!", un artículo que forma parte del Blog Les Règles du Jeu:

"….creé seis escuelas de psicoanálisis en el mundo, así como la AMP, con vistas a satisfacer ese deseo de Lacan: que haya psicoanalistas dignos de ese nombre. Esas escuelas tienen bibliotecas, para que la gente lea, se cultive…" "Sí, porque como bien dice Sollers, 'Lacan en el texto, es toda la biblioteca en efervescencia'". [1]

Con experiencias extraordinarias de quienes me antecedieron, la biblioteca era un enigma y allí habría que pensar algún detalle nuevo, que despertara, convocara, condujera a los miembros a la vez que se constituyera en un modo de entrar a la Escuela para estudiantes y analistas que comenzaban su formación.

Me acompañaban en la aventura: Lucía Blanco, Lucas Leserre, Nilda Hermann, Diana Antebi, Edith Tendlarz, Julio Herrera, Patricia Moraga y Victoria Márquez.

Quiero detenerme en el privilegio de haber contado con Lucía Blanco, extraordinariamente inteligente y apasionada con la tarea que nos convocaba. Fluían ideas y cada uno de los miembros de la comisión se comprometió a pleno, según sus gustos y rasgos.

Y así nació Entrelibros, acompañados por el asesoramiento de Graciela Brodsky y con la alegría de esta invención en la que dejaron su marca queridos analistas que participaron en sus secciones: Graciela Brodsky, Jorge Chamorro, Germán García, Graciela Esperanza y Ernesto Sinatra.

Transcribiré parte de la primera editorial:

"Con esta nueva publicación nos proponemos estrechar el lazo entre la biblioteca y el lector, fomentando el entusiasmo por la lectura a través de la oferta de diversas perspectivas y facetas vinculadas a la investigación, al estudio, a la difusión y a la práctica del psicoanálisis. Y al mismo tiempo, nos presentamos como el vehículo de difusión de las actividades de la Biblioteca de nuestra Escuela.

En este sentido -y a largo de de los diferentes números-, nos iremos acercando a través de diversas secciones: La mesita de Luz, Los Libros de la Buena Memoria, Novedades, Piezas Sueltas, Referencias Temáticas, de modo de establecer una conversación y un intercambio fluido con los lectores.

Nuestra Biblioteca y nuestro periódico están abiertos a la ciudad, tanto a psicoanalistas como a aquellos que, sin serlo, orientan su interés hacia el campo psicoanalítico. Esta política se encuentra inscripta bajo el marco de la Federación Internacional de Bibliotecas de Orientación Lacaniana (FIBOL).

Actualmente, contamos con una base de datos de 50.000 referencias, extraídas del trabajo de fichaje de 11.000 volúmenes, entre libros y revistas y que proporciona uno de los mayores índices temáticos sobre psicoanálisis de orientación lacaniana en Latinoamérica, facilitando la búsqueda de temas específicos, ya sea de modo presencial o a través de nuestro servicio de Búsqueda de textos on line."

La búsqueda de referencias en los seminarios de Lacan fue una tarea apasionante, sostenida con esta orientación: "El comentario de las referencias por parte de Lacan no es una envoltura que enmascara, es un arrancar, una sustracción que es hecha al autor, a su discurso a la cultura común, una sustracción y un darlo vuelta, así como la imagen del guante dado vuelta tomada de Kant. […] Se trata de una proeza, de una hazaña que Lacan realizaría secretamente en cada lección de su Seminario, […] de modificar el referente del otro. […] La referencia lacaniana es más bien del orden de la pieza suelta..."

Finalmente, Entrelibros, virtual, de la época, orientaba hacia el libro, en calidad de objeto para cada uno, que conserva un rasgo de lo "eterno": su lazo singular con el lector.

Cuando le pidieron nombrar diez buenos libros, Freud señaló que eso no equivale a nombrar las diez mejores obras literarias ni los diez li­bros de ciencia más importantes. Buenos son más bien aquellos libros con los que nos sentimos "como en compañía de 'buenos' amigos".

Podemos decir que tras haber leído un "buen libro" ya no somos los mis­mos, así como tampoco somos los mismos después de habernos encontra­do con ese "buen amigo insustituible".

Con Entrelibros nos propusimos propiciar ese buen encuentro.