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Entrevista a Leonardo Gorostiza | Hacia el próximo Congreso de la AMP | Cuatro+Uno
HACIA EL PRÓXIMO CONGRESO DE LA AMP

Entrevista a Leonardo Gorostiza

Leonardo GorostizaEl tema de nuestro próximo Congreso de la AMP en Río de Janeiro, "El cuerpo hablante. Sobre el inconsciente en el siglo XXI" nos plantea diversos interrogantes. Es un hecho que el psicoanálisis cambia -como lo señala J.-A. Miller-. Entonces: ¿cómo concebir la interpretación a partir del desplazamiento de la verdad al goce que sitúa la práctica analítica en la era del parlêtre?

El psicoanálisis surge del encuentro de Freud con los síntomas de las histéricas "que hablan". Los cuerpos hablantes que marcan el rumbo de nuestro trabajo hacia el Congreso, ¿qué reflejan de la investigación freudiana y en qué se diferencian?

Leonardo Gorostiza
El desplazamiento operado en la última enseñanza de Lacan de la verdad al goce, tiene consecuencias precisas sobre la interpretación analítica. Tan es así que podemos afirmar que de ese modo la interpretación misma inventa otro tipo de real al cual referirse. [1] Entonces, ¿cómo entender una interpretación que invente su real si la palabra "interpretación" no deja de hacer resonar semánticamente la idea de que una traducción, es decir, una verdad, un sentido o un saber, habrían de dar cuenta de aquello de lo cual no sabemos qué quiere decir?

Esto, en cierto modo nos obliga a considerar si en la era del parlêtre no deberíamos sustituir el término "interpretación". Es decir, acuñar otra forma de nombrar una intervención que, lejos de traducir, sirviera para indicar, denotar, inventar, el real que cada vez puede estar en juego en un análisis.

Así, "intraducir", "localizar", "constatar", son algunos de los nombres posibles para a un acto interpretativo congruente con un inconsciente real.

Porque resulta claro que la palabra "interpretación" si es congruente con un inconsciente, lo es con el inconsciente freudiano, es decir, el estructurado como un lenguaje, y no con el "inconsciente real".

Concebir la interpretación como una "intraducción", es concebirla como el reverso de una traducción. Es a lo que Lacan en el "Epílogo" de su Seminario 11, fechado el 1 de enero de 1973, se refiere. Allí afirma: "… lo escrito no-para-leerlo lo introdujo Joyce; sería mejor que dijese lo intradujo, pues al hacer de la palabra tráfico más allá de las lenguas, apenas se traduce, por ser doquiera igualmente poco para leer". [2] Evidentemente alude al Finnegan's Wake de Joyce y separa sí, lo escrito para-leerlo (lo que se puede traducir) [3] de lo escrito no-para-leer (que surge de intraducir). [4]

Luego, en su Seminario 24, se encuentra el segundo de los términos que propuse. Es una pista que nos permite calibrar la transformación de la interpretación analítica, cuando ésta ya no se dedica primordialmente a interpretar el deseo sino a intentar cernir el goce [5] y los S1 que marcan en el sujeto la contingencia del encuentro traumático con lalengua y con la no relación sexual. Allí, en el contexto de hablar de la identificación al síntoma, dice: "Entonces, ¿en qué consiste esa localización (repérage) que es el análisis? [6] ¿El análisis concebido simplemente como una localización (repérage)? ¿Cómo entenderlo? Que ya no se tratará de reglar la interpretación en relación a dar otro sentido a lo que se dice (traducir), sino fundamentalmente a un localizar (repérer) aquello por lo cual el sujeto falla, no cesa de fallar. Se trata, entonces, de dar un relieve máximo a la instancia central del síntoma.

Finalmente, es del lado de esta localización del goce sintomático que se ubica el tercer término que propuse y que es de Miller. Me refiero al término "constatación". Se encuentra en su Curso "El ser y el Uno". Allí, en el contexto de comentar cómo Lacan en su Seminario 23 intenta situar el inconsciente a nivel de lo real junto con el síntoma y se atreve a proferir la fórmula "el inconsciente real", subraya que el síntoma tiene dos caras. Una, vinculada a la interpretación (que es la que se descifra y que surge de la creencia de que el síntoma algo quiere decir), y otra cara vinculada a la repetición del Uno del goce (que no se descifra) y que "llamaría –dice Miller- por el momento y a falta de algo mejor, la constatación". [7]

Ahora bien, que una interpretación así renovada apunte al Uno del goce que no se descifra, esto no implica que –aunque interviniendo así desde el comienzo de un análisis- produzca un cortocircuito que eluda la instalación del inconsciente trasferencial y el recorrido necesario a través de los espejismos de la verdad mentirosa. Así, en un texto relativamente reciente, [8] Jacques-Alain Miller no dudaba en afirmar que una de las reglas de la interpretación consiste en crear el inconsciente por la interpretación misma y que si el inconsciente es un hecho que sólo se soporta de que el análisis lo produce, el analista intérprete es en este punto creador.

De este modo, si el psicoanálisis surgió del encuentro de Freud con las histéricas quien al escuchar los síntomas que en sus cuerpos hablaban incluyó en ellos al Otro como el secreto de su cifra, los "cuerpos hablantes" que indagaremos durante nuestro próximo Congreso son aquellos que surgen de considerar a los síntomas como acontecimientos de cuerpo, es decir, como las marcas de goce que, fuera del Otro, señalan el encuentro inmemorial con el traumatismo de lalengua.


NOTAS

  1. Un desarrollo más amplio de lo que a continuación sigue puede leerse en "¿La interpretación inventa su real?", publicado en El Caldero on line de la Escuela 2.
  2. Lacan, J., El Seminario, Libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Paidós, Bs. As., 1993, p. 288.
  3. Escritura para-leer, en el registro del significante. Cf. Miller, J.-A., Piezas sueltas, p. 81.
  4. Escritura no-para-leer, en el registro de la letra. Cf. Ibíd.
  5. Miller, J.-A., L'ETRE ET L'UN, Curso de la Orientación lacaniana (2010-2011), Lección del 11 de mayo de 2011, inédito.
  6. Lacan, J., Le séminaire, Livre XXIV, L'insu que sait de l'une-bévue s'aile à mourre (1976-1977), inédito. (Traducción mía).
  7. Miller, J.-A., L'ETRE ET L'UN, Curso de la Orientación lacaniana (2010-2011), Lección del 6 de abril de 2011, inédito.
  8. Miller, J.-A., « Le mot qui blesse » (10 de mayo de 2009), La Cause freudienne 72, Navarin, París, 2009, pp. 133-136.