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Cartel y Escuela: un tratamiento de lo real | Plenarias Jornadas | Cuatro+Uno
PLENARIAS JORNADAS

Plenaria: Cartel y Escuela: Efectos de formación
Cartel y Escuela: un tratamiento de lo real
Diana Wolodarsky

Se me ocurrió un título, el que resulta de los efectos de formación que el paso por la experiencia de carteles deja en mi experiencia cada vez:

Cartel y Escuela: un tratamiento de lo real.

Creo que de eso se trata en cada encuentro, de cartel y Escuela, de un tratamiento de lo real (para ser rigurosa con nuestro próximo Congreso) tratamiento de un real. Ambas nociones las introduce Lacan a fin de circunscribir y hacer consistir un vacío, imposible e indeseable de colmar.

Cartel y escuela
Que haya cartel y que haya Escuela, implica la noción fundamental de la enseñanza lacaniana: el no-todo al que alude con las fórmulas de la sexuación, para ubicar que la relación sexual como La mujer, no existe.

Que estas Jornadas de carteles tengan por primera vez lugar aquí en La Plata, implica que hay en este acontecimiento una respuesta a quienes están dando prueba de su efecto de formación en la orientación lacaniana. Aquella que dispensa la EOL, en su lazo con la AMP.

Esta contingencia me acerca una vez más a ser invitada a tomar la palabra sobre carteles, para decir de su efecto en la formación del analista.

En "La hora de la Escuela", Miller se pregunta por dónde empezar. Y él mismo se responde: Por el principio. ¿Y cuál es el principio?, el cartel.

Tomemos su equivocación provocadora: el cartel es un principio de Escuela o el cartel, está en el principio.

No quiero volver sobre cosas que Uds ya saben de los carteles o bien, podrían leer: de dónde nace la inspiración del cartel en Lacan, cómo están conformados los carteles…la función del Mas Uno…Que en el inicio se entraba a la Escuela de Lacan siendo miembro de un cartel….Hay mucho para leer y entretenido.

Pero siempre que lean algo que refiera a carteles, recomiendo tengan a mano los Otros Escritos. Allí pueden hallar un tramo dedicado a las Alocuciones, al Acto de fundación, a la Proposición de la Escuela…en fin, todo el apartado cinco da cuenta de varios artículos, en los que van a hallar los fundamentos políticos que atraviesan la razón para tal equivocación provocadora de Miller.

Y fundamentalmente, no perder de vista a quiénes se dirige Lacan y qué rasgo quiere hacer prevalecer a la hora de dar a conocer sus grafos y matemas, sus fórmulas e invenciones. Soluciones a los fenómenos de grupo (impostura, infatuación u obscenidad como lo dice en el Atolondradicho) .

Por ello el cartel estuvo en el inicio y está en el principio de Escuela.

El cartel: fundamento de una formación
En el Congreso de Comandatuba, Graciela Brodsky –siendo delegada general- leyó lo que se llamó: Declaración de principios rectores del acto analítico.

Eran ocho principios, en cada uno se lee el esfuerzo por delimitar y transmitir el rasgo de la enseñanza de Lacan, impulsada por Miller: no ceder al estándar y la identificación. Sí estimular las vías que van en dirección del sujeto y el discurso, el lugar del objeto como orientador allí donde la psicoterapia pretende técnica o modelo. Al para todos clasificatorio oponer el síntoma.

Pero me detengo en el octavo principio, aquel que refiere de la formación del analista. Leeré solo un párrafo, así van Uds por el resto, ya que tiene una absoluta actualidad.

"La definición del psicoanalista incluye la variación de esta identidad. Es la variación misma. La definición del psicoanalista no es un Ideal, incluye la historia misma del psicoanálisis y de lo que se ha llamado psicoanalista en distintos contextos de discurso".

Se desprende de esta excelente reducción de la definición de psicoanalista, las razones por las que Lacan no continúa en la IPA. Su disposición a no ceder al momento que interrumpe su enseñanza, en coincidencia con el impedimento a que dicte el seminario sobre Los nombres del padre.

En su lugar dio los Cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis o sea habló -para quienes lo querían escuchar- de la pluralización y del objeto. Una sustitución: del padre del mito por la diversidad.

Dice Miller en El banquete de los analistas (142): "…el cartel es una de esas soluciones que Lacan intentó y situó en el principio de una Escuela, de un nuevo tipo de sociedad analítica capaz de prescindir del Nombre del Padre siempre que sepa valerse de él".

Esto conlleva una política decidida: la de no dormirse sobre los principios, sino, volver permanentemente sobre ellos. De ahí que sus miembros y especialmente la figura del AE, atraviese el dispositivo del cartel con su transmisión de su experiencia singular. Transmisión de la lógica de un análisis en la que pudo circusncribir algo de ese real en juego, que hizo síntoma en su vida.

Si algo enseña la experiencia de un cartel, cuando este funciona, es que real y verdad son cosas diferentes. Justamente, en esa distancia entre Ideal y pulsión, el deser del analista se presenta (no se representa).

Interpretar la Escuela apunta a eso, a que esté despierta reacomodándose ante los nuevos acontecimientos.

Lo real sorprende
La Escuela no es tal si responde siempre de la misma manera. Está en su esencia, sorprender y sorprenderla. Por eso cada nuevo AE es una grata sorpresa, porque un bien decir resonará en sus muros y es esperable, resuene más allá de ellos. En extensión.

El cartel en ese marco político ha sido una respuesta y se convirtió en el órgano de base de la Escuela. Dispositivo de excelencia en el cual se produce una elaboración de saber acerca de un real en juego. Y esa operación se produce cada vez que la contingencia junta 4+1 alrededor de una curiosidad, de algo que hace enigma. Un real que se pone en juego en el trabajo de cartel, es sin duda, demostrar en qué se funda la autoridad analítica desde la perspectiva lacaniana..

Y puede ser tanto un cartel que se inscribe en el anuario de carteles como el cartel del Pase. Les concierne la misma pregunta: lo que no se sabe acerca de qué es un analista y que sin embargo, sabe hacer para que la interpretación tenga efectos en el cuerpo. El cuerpo de un sujeto….o el cuerpo del sujeto Escuela.

Que el cartel, entonces, esté en el principio de Escuela es una precaución ante el riesgo de ceder a las tentaciones grupales. Cuatro más uno no hacen grupo, se trata que ese conjunto garantice la diversidad y que el Más Uno funcione alojándose en el lugar del vacío de saber.

Qué discurso conviene al cartel
Ni discurso Amo ni universitario, tampoco capitalista ni analítico. Sí es afín al discurso histérico. Para que del trabajo resulte un saber, como producto. El propio de cada miembro que lo compone.

La función del Más Uno, ubicado en el lugar del S/ es la de taladrar las cabezas, perturbar el confort en el saber constituido. Lograr cierto efecto perturbador que no aplaste el deseo, pero que no de lugar al aburrimiento. Ese es el fracaso del cartel, aburrirse.

Ya que me considero un producto resultante, en gran parte, de la confluencia cartel/Escuela, me pareció que podía tomar esta invitación como una oportunidad para dar cuenta de algunas marcas que incidieron en mi experiencia de formación.

Cómo afectó mi condición analizante.

Subrayo: marcas de formación, no de aprendizaje. Con esto digo de la diferencia entre Escuela e Institución.

Así que daré cuenta de tres efectos entramados en mi formación, sostenidos en el trípode Escuela (análisis, control y doctrina) y su órgano de base.

Algunas escansiones
Era una joven paciente –si bien impaciente- de un analista de la IPA quien se decía lacaniana. Simultáneamente, comencé a supervisar mi práctica con otra analista, lacaniana de la EOL.

La hiancia entre ambas experiencias, la de mi práctica y la de mi análisis era cada vez mayor. Me gustaba y no dejaba de sorprenderme lo que sucedía con mis analizantes a partir de los efectos de control, no tanto lo que sucedía en mi análisis.

Me animaba a ciertas intervenciones y al corte de sesión. Había efectos en los analizantes y las más, conmoción en mí.

Mi analista se regía por la cronología, o sea, no por el corte en términos de intervenir sobre el inconsciente.

Decidí interrumpir ese análisis cuando a la salida de una sesión registré que para sorpresa del analista, hacía un tiempo que arribada a determinado punto de mi discurso o asociación, yo decía: Eso es!, me levantaba y me iba, dando por concluida la sesión, dejando al analista con su resto de tiempo.

Esa determinación circunscribía un pedazo de real que se reveló, a posteriori, como un efecto del control sobre mi análisis.

Me analizaba a pesar del analista.

Ese efecto me reenvió al poco tiempo a un analista lacaniano, real!

Alguien quien no vaciló en la segunda entrevista y en diez minutos interminables, en dejarme patas para arriba, conmovido el cuerpo al reducir en una interpretación inolvidable mi posición de goce. Los hechos de mi vida caían uno tras otro como fichas de dominó, tras sus palabras. Solo dijo mirándome:- Ud. Wolodarsky, cuando le dan la entrada se queda afuera.

Pero es fundamental para transmitir este entramado, que diga cómo elegí a ese analista. Lo escuché en una conferencia, cuando aún estaba desorientada respecto a mi formación.

Fue su singular manera de presentar un caso: el despojamiento de sentido permitía que en el centro de su discurso brillara un objeto, del cual si bien yo no entendía demasiado sí lo suficiente para no dudar que debía orientarme en esas coordenadas.

Así resultó que en otro momento, me animé a salir de mi soledad sintomática y formé parte de una comunidad analítica en la que solo se trabajaba en carteles. Y los martes por la noche, los miembros daban cuenta de su estado de trabajo. En público, para los demás miembros.

Ahí entendí de qué se hablaba cuando se hablaba del cuerpo en psicoanálisis, aunque lo entendí más por mis síntomas, en ese momento, que conceptualmente.

Luego la Escuela y el cartel ligado al Pase. Y de allí en más de contingencia en contingencia, el cartel ha sido y sigue siendo un lugar y un lazo en mi formación que no cesa de sorprenderme.

Por eso elegí este título, Cartel y Escuela: un tratamiento de lo real. Porque en ese lugar y en ese lazo, cada vez es un tratamiento de un pedazo de real.

Para concluir
¿Qué es un cartel y qué efectos de formación produce? Solo podrá decirse uno por uno.

Buen trabajo para Uds en el día de hoy!

Septiembre 2013