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Una práctica azarosa | Plenarias Jornadas | Cuatro+Uno
PLENARIAS JORNADAS

El desorden de la clínica en la época actual
Una práctica azarosa
Cristina de Bocca

Estilos adictivos

El mantenía en reserva su adicción al sexo, obtenido en los cuerpos de mujeres o en el propio, poco importaba, cada día , en su ordenado departamento o en el baño de su oficina , se masturbaba. El lazo al otro se reducía a esta relación adictiva , pero no era suficiente, también estaba el sexo virtual que le proveía Internet.

Su vida se orientaba por esta práctica compulsiva, esta práctica de goce, más que por identificaciones.

Esto se manifiesta presentándose como creado a sí mismo, sin familia, ni padre, ni madre, ni hermanos, ni tíos, ni primos, ni abuelos.

Y todo parece perfectamente en orden en su vida: atractivo para las mujeres que lo buscan, solo en su departamento , tiene su trabajo , va a beber y charlar con otros, pero al mismo tiempo el actor que encarna este personaje nos transmite una profunda extrañeza, el otro le es ajeno de tal forma que hay un cierto punto de inhumanidad en él, arrojado a su propio goce repetitivo y mecanizado.

Muestra el autoerotismo como correlato del Otro que no cuenta , ya que es muy diferente llevar una vida social a entrar auténticamente en un lazo social.

Pero él habla, y porque habla (aunque su hablar no lo ligue al otro) todo lo que pueda experimentar por las numerosas relaciones sexuales que tiene, no le enseña nada acerca de cómo hacer con la sexualidad, con el Otro sexo, el femenino, en tanto lo sexual-como decía Lacan- no define ninguna relación para el ser que habla.

Este fracaso, esta falla, se revela por el surco de la relación con la hermana, con quien evitaba el contacto y que irrumpe en su departamento y en su vida ,ordenada hasta entonces, ordinaria, podríamos decir.Ella encarna lo que él ha forcluido de su vida para mantenerla rutinaria : la profunda y difícil relación que los seres humanos tenemos con el goce mortífero.

Los actos compulsivos , repetidos día a día, se ven desbaratados por la presencia de su hermana, una mujer.Y el caos se hace presente para él, presa de una excitación imparable sale a correr, se ve empujado al sexo con dos mujeres al mismo tiempo, tiene dificultades para la erección, relaciones homosexuales, perdido y tomado por un goce que va más allá del que puede producir un efecto de localización en el cuerpo.

Es el pasaje al acto suicida-fallido- de la hermana el que hace de borde, según el director del film.

Brandon es el personaje central de la película "Shame".

Si no fuera una película, podríamos decir que es recién en ese momento cuando hubiera sido posible un análisis para Brandon, él, que parecía estar sin fraternidad, sin sentimientos humanos, se angustia ante el pasaje al acto de la hermana. Es una película, pero podemos reconocer en ella los signos de la época actual, un mundo que ha cambiado profundamente como consecuencia de la alianza del discurso de la Ciencia y del Capitalismo,como lo señaló J.A.Miller en el último Congreso de la AMP.

Entre sus efectos, encontramos el estilo adictivo de relación que los sujetos tienen hoy al otro, a las sustancias o a los objetos de la técnica: un estilo adictivo, un más y más satisfacción con una tonalidad de infinito.La búsqueda de satisfacción ya no está orientada por los ideales sino por el plus de gozar, por prácticas de goce y no por identificaciones.En esta "aspiración a la feminidad" , en el sentido de aspirados y de cuestionamiento al límite fálico,-principio de la sexuación masculina- constatamos la insoportable presencia de la angustia como signo de lo real. La angustia como lo que hay de real en la exigencia pulsional.Eso que no miente.

 

La clínica interroga a los analistas

¿Qué es la clínica psicoanalítica? Lacan respondía en 1977, diciendo que es lo que se dice en un psicoanálisis.Y que tiene que ver con la cama, porque así "el hombre tiene la ilusión de decir algo que sea decir, es decir, que importe en lo real".[1].Con la fuerza de siempre, marca la diferencia entre la palabrería y el bien decir, a la que hay que agregarle un bien leer [2]. Es la diferencia esencial entre la palabra y la letra.

Un decir que importe en lo real es la posibilidad y el límite mismo del Psicoanálisis.

Hace referencia a la cama, a la sexualidad que hace agujero, también en el siglo XXI en tanto es algo que no cambiará mientras seamos criaturas de lenguaje.

Cuando el Nombre del padre era un significante que ordenaba la clínica psicoanalítica, las respuestas sintomáticas al no hay relación sexual las clasificábamos como Neurosis, perversión y psicosis, con sus respectivos conceptos: represión, desmentida y forclusión.

Pero correlativamente a la declinación del padre, a la conmoción sufrida por los semblantes de la tradición,la clínica psicoanalítica cambió, hay un desorden en la clínica.¿Este desorden fue soportado? ¿es soportado? No.Los que elaboraron los DSM crearon categorías clínicas en las que encajen a la fuerza los sujetos para abonar a las estadísticas que la Ciencia espera.

Un año después de responder a la pregunta sobre la clínica, Lacan enuncia que no es un privilegio estar loco, que en la mayoría lo S,I, y R están embrollados.No se refería a todos psicóticos, sino que el embrollo es inherente al ser hablante, el que trata de desembrollarse con pequeñas invenciones que funcionan como NP.

Este desorden en la clínica puso en primer plano las invenciones particulares de los sujetos de hoy, ya que "se borra la oposición entre la vida regida por el significante amo estandar y la vida regida por invenciones significantes no estandar"[3].

Y fue a partir de decirle a los analistas que son postjoycianos, que Lacan les dio las herramientas para entender y llevar adelante los análisis de numerosos casos que no podrían ser entendidos ni abordados desde la clínica clásica, clínica que no fue borrada por esta clínica de lo singular.En muchos casos hoy verificamos una relación estrecha al padre, pero que nada dice de una relación al Nombre del padre.

¿Cómo se las arreglan estos sujetos para mantener unidos el cuerpo, las palabras y el goce sin la creencia en el padre? ¿en qué les sirve el analista para que construyan un solución propia? RSI son "antiguas" referencias lacanianas, no prescindamos de ellas para recibir los modos de goce singulares, caso por caso.

Clínica y singular, dos términos que no van naturalmente juntos, la clínica es a nivel de lo particular, de los parecidos entre un sujeto y otro, mientras que lo singular está a nivel de la "tautología de lo singular", [4] es lo que es, el sinthoma que bordea el agujero indecible.

Clínica de lo singular, entonces, es una conjunción inédita, un oxímoron, una invención lacaniana.

 

Detalles

J. , en su vida cotidiana hace el mínimo esfuerzo para vivir, serenidad que contrasta con la compulsión irreprimible a comer un determinado alimento, no atiende el teléfono, se encierra,se desengancha del otro.Clasificado como "deprimido"por el discurso del amo, su "preferiría no hacerlo" es el signo de una ausencia de deseo, de la existencia de "un desorden en la juntura más íntima del sentimiento de la vida".

P. está sumergido en la angustia por la afrenta narcisística que implica una lesión en la piel,no muy visible, pero cuyo efecto es que el cuerpo se le vuelve extraño, lo I se vuelve R .Se engancha y desengancha con el Otro, único modo de lazo posible para él por el momento, en la vía de la simbolización para desembrollarse con el cuerpo.

L., angustiado porque desde que hubo la posibilidad de la paternidad, no puede tener erecciones, lo que marca un antes y un después discreto en el devenir de su vida.El sujeto se desestabiliza cuando una falta afecta al falo imaginario que tiene la función del NP.

M., que oculta las marcas en los brazos de los cortes que se inflige en los momentos de angustia ante la voz de la madre , sometida desde niña a "controlcitos" de sangre por una anemia persistente que no alcanza para enfermar su organismo y sí para que su cuerpo hable.

O si tomamos un mismo fenómeno: el dedo cortado.No es lo mismo la alucinación del dedo cortado en el Hombre de los lobos, que el pasaje al acto de un niño de 7 años de hacerse cortar un dedo por la máquina [5], que el fantasma de un sujeto fóbico que fue "un dedo cortado" de su familia y "dado" a la hermana en duelo por un hijo muerto.

La clínica hoy no es una clínica homogénea, sino de los detalles, diferente a la clínica clásica con clasificaciones rígidas.

Es una clínica que no se centra en la identificación sino en las prácticas de goce como satisfacción de la pulsión.

 

Clínica y ética: un decir que importe en lo real

¿Cómo entender entonces la práctica azarosa [6] que Lacan enuncia en los últimos años de su vida?

De cómo una época vive la pulsión se producen las transformaciones en la clínica y aunque los analistas estemos atentos a las nuevas formas sintomáticas, lo mismo hay sorpresas, desde las más nimias a las más serias, lo que nos hace cuestionarnos cada vez que aparecen los signos de un real sin ley, "un real azaroso".[7] En el desorden en la clínica la práctica lacaniana tiene una brújula: "todo el mundo delira", lo que hace que sea hoy, más que nunca, una práctica azarosa,del uno por uno, instaurando un lazo inédito. Que permanezca en el futuro no depende de la creencia en el padre, depende de que separe al sujeto de los muchos sentidos que lo embrollan, que borran la marca de goce surgida del modo en que él se sirvió de los trucos de la lengua.


NOTAS

  1. Lacan J. Apertura de la Sección clínica-Ornicar 3 , edición castellana, pág 37.Edit Petrel, Barcelona, España.
  2. Miller J.A. Lacaniana 12.Leer un síntoma.Publicación EOL.BsAs abril 2012.
  3. Laurent Eric. El sentimiento delirante de la vida pag 10 .Edit Diva. BsAs.2011
  4. Miller J.A. Sutilezas analíticas.Cap VI.Singularidad.Pag 97.Paidós.BsAs.2011.
  5. Miller J.A y otros.Embrollos del cuerpo.Un dedo cortado.Pag 59.Edit Paidos.2012
  6. Lacan J. Apertura de la Sección Clinica-Ornicar 3-edicion castellana pag 37.Petrel.
  7. Miller J.A. Lo real en el siglo XXI. El orden Simbólico en el siglo XXI. Edit Grama.