En esta nueva Edición de Cuatro+Uno contamos con la sección "Cartel y Escuela". No es para nosotros una sección más ya que al inicio de la gestión de la Secretaría de Carteles decidimos provocar el trabajo con la orientación del "Cartel y Escuela". El cartel y su anudamiento a la Escuela funcionan como una brújula, inspirada en el Acta de fundación del 64 en la que Lacan decía que "No hay Escuela sin carteles" y no hay Carteles sin la anticipación de la Escuela. Contamos con un excelente artículo de J.A-Miller sugerido por el Consejo, acerca de una intervención en el Centro Descartes en el año 1996, "Nueve facetas de la comunidad analítica", que nos acerca a la pregunta ¿qué tipo de comunidad es la Escuela? Sitúa allí a la comunidad cómica, lógica, operativa, trágica, dionisíaca, cínica, epistémica, inconsciente y exquisita. S.Salman escribe "Hacer la experiencia", en donde cuenta lo que fue para ella hacer la experiencia de la Escuela, del pase y del Cartel a los que considera los soportes políticos a través de los cuales podemos hacer no sólo existir sino durar el discurso analítico en nuestros tiempos. C.González Táboas en "Lacan parece decir: Atrévanse" comenta que el cartel, relanzado por Lacan en 1980 al disolver su Escuela, rodea, ciñe los bordes de la Escuela; en los carteles bien puede tomar forma un deseo de Escuela. E.Vaschetto en "Algunas notas sobre mi intervención en una Noche de Carteles" plantea su preocupación respecto de la situación del cartel como locus privilegiado de producción de saber: la investigación en la Escuela (EOL) viene llamativamente volcándose hacia la universidad (maestrías, posgrados, becas de investigación).

En "Lógicas colectivas", O.Zack propone "En la época del Google un lugar para la Ilustración" que el mundo actual, por efecto de la revolución tecnológica, está atiborrado de información, por cuyo efecto se constata que casi todo se puede saber, se da a ver. Es una época signada por el Google. Alrededor del texto titulado: ¿Qué es la Ilustración? de Kant nos ofrece una brújula que permite metaforizar lo que sería esperable del trabajo de un cartelizante. M.Barros destaca en "Los muertos vivos y el barrio cerrado" que el barrio cerrado, por minúsculo e insignificante que sea, es Roma. Es el Uno presente en la expresión misma "primer mundo", el Uno de la Torre de Babel (remember 11-9), que hace la unidad de la pluralidad. Lo auténticamente plural, el Otro, no está ahí.

En "Productos" L.Leserre transita "El tiempo del cartel" y sostiene que el "que se diga" circula entre los miembros de un cartel y es lo que vehiculiza aquello que activa, fuera del tiempo de los astros, a la producción. J.Riveros en "Inconsciente y política" se pregunta qué lugar para la experiencia analítica cuando el plus de goce está comandado por la pulsión de muerte con el resultado de un desamparo masivo, del estrago de la segregación y del racismo. M.Biaggio en "Estética y fascismo" investiga de qué manera el fascismo ingresa por los intersticios que en una sociedad quedan abiertos y si hay una estética que puede enmascarar con piel de cordero la presencia de una ideología fascista en su seno.

"Plenarias Jornadas" cuenta con las ponencias de las plenarias realizadas en las Jornadas de Carteles en Córdoba. En la primera mesa "Encuentros, hallazgos y destellos del cartel" R.Seldes en "La satisfacción del cartel" se refirió a que el cartel también sirve para producir satisfacción y se anima sin muchas prevenciones a plantear que podríamos tener carteles con diferentes erotismos. L.Salamone en "Hallazgos del Cartel del Pase" plantea que es imposible contar con los datos de un análisis que ha durado años, pero lo que se transmite, recortado y desfigurado, permite ver lo que se puso en juego, a condición de encontrar un buen ángulo. Los movimientos del Cartel tienen que ver con eso, con encontrar un buen ángulo en cada caso, para lo cual se toman diversas perspectivas. J.Aguero en "…Y de algunos otros" plantea la experiencia de participación en un "cartel de borde", para señalar el borde que había que recorrer y atravesar para el ingreso a su institución, tomando como referencia la frase de Lacan en el seminario 21 "el ser sexuado no se autoriza más que por sí mismo,…y de algunos otros".

En la segunda mesa "El desórden de la clínica en la época actual" O.Delgado desarrolla en "Aproximación a un problema" la pregunta acerca de ¿Cómo esta época vive la pulsión y sus consecuencias? Y concluye que así como no se trata de restaurar el padre, es sólo la perspectiva del sinthome la que nos brinda la posibilidad de no identificarnos al fantasma de la época. C.de Bocca en "Una práctica azarosa" afirma que en el desorden en la clínica la práctica lacaniana tiene una brújula: "todo el mundo delira", lo que hace que sea hoy, más que nunca, una práctica azarosa, del uno por uno, instaurando un lazo inédito. H.Vittar en "El desórden de la clínica en la época actual" se pregunta ¿Qué consecuencias sufrió el fantasma partir de la pérdida de la brújula simbólica? ¿Sigue funcionando como defensa y a la vez como ventana a lo Real?La hipótesis que sostiene es que a partir de la caída del referente que permitía una lectura sostenida por el régimen del padre, esta herramienta nodal no ha quedado indemne con este descalabro.

En la sección "Miradas" esta vez L.Zaremsky propone involucrarnos con Arthur Bispo Do Rosario, brasilero, quien construyó un universo de miniaturas, que guardaba celosamente en su cuarto. Trabajaba con materiales de la basura y chatarra, produciendo objetos en serie ligados a la cultura de masas y al consumo, entre los que se cruzan textos y objetos.La obra "inspirada por los ángeles y por la virgen María" sería presentada al todopoderoso en el día del Juicio Final.

Contamos con una reseña realizada por L.Varga de la Tercera Noche de Carteles "Acerca de la función del Más Uno" en la que participaron S.Amado, I.Greiser y F.Schejtman, con nueva Bibliografía sugerida por A.Antuña y con un video realizado por B.Navarro presentado en las Jornadas.

Esperamos que la disfruten

Irene Kuperwajs
Noviembre 2012