El amor en la perspectiva del sinthome
Graciela Rodríguez de Milano

El amor en la perspectiva del sinthome, es el intento de un "abrir las alas de ese amor al Padre" que Freud nos legara como destino inexorable del sujeto. Un abrir ese "saber", mezcla de mitología y religión, que acompañó al descubrimiento del inconsciente. Será Lacan en su primera enseñanza, esa del retorno a Freud, quien entroniza el Nombre del Padre, en términos de estructura. Un lugar y función que luego, atreverá a cuestionar: "Suponer el Nombre del Padre, ciertamente es Dios. […] Se puede prescindir de él con la condición de utilizarlo". [1] Aun así habrá que revisar qué de este Padre transcurre en la clínica del sinthome, pues cuestionar la religiosidad freudiana no invalida el signar de su nominación. Si "los no incautos yerran", la creencia parece ser una condición necesaria pero no suficiente ante sus 'distintas versiones'. Un descentramiento del Padre freudiano idealizado y eterno, hacia un Padre síntoma o sinthome. ¿Y qué del amor en esta perspectiva del Padre sinthome?

Un saber no sabido… abre "alas al amor"

En el Seminario 24, "L' Insu…" [2] "ese saber no sabido de la 'una equivocación'" descentra universales, alejando de los embrollos de la novela edípica. Un desplazamiento del protagonismo del Otro hacia el Uno. Ese Uno, que se sitúa antes del inconsciente mismo. La cita de "Joyce el síntoma" [3] es elocuente:

"De allí mi expresión parlêtre [hablaser], que sustituirá al inconsciente de Freud (inconsciente que se lee así): apártate de ahí para que yo me instale, pues".

Sustitución que alude a poner en cuestión el término $ (sujeto barrado) en tanto mortificado por el lenguaje para reemplazarlo por 'hablante ser', esto es un "viviente que habla". La última enseñanza de Lacan conlleva esta premisa, la conjunción entre la estructura y los elementos de azar previos que quedan envueltos en ella.Esta perspectiva nos conduce a poder incluir con el término parlêtre su cuerpo de goce. En El partenaire-síntoma [4] Miller, entroniza este término para dar cuenta de la relación del parlêtre, relación que conlleva la imposibilidad de adecuación expresada en el síntoma. Es así como el término sinthome es el pivote de este viraje. "Un hacer desaparecer la idea de lo negativo del síntoma que conlleva su afán por ser curado". [5] Es decir, vérselas con eso irreductible de cada cual en vías de posibilitar otra nueva forma de enlace amoroso. En un intento de poesía recurrimos a Rimbaud cuando en A una razón al concluir cada versículo escribe: "Un nuevo amor". Pero ¿De qué otra razón del pensamiento se trata en la clínica del sinthome? "Hay una herejía de Lacan consigo mismo cuando al final de la enseñanza reduce el pensamiento a un acontecimiento de cuerpo". [6] Una "otra razón" para el amor desde la clínica del sinthome.