¿Bajo tu punto de vista, cuál es el impacto del imperio de las imágenes sobre las lógicas colectivas?
Fernando Vitale

Se me ocurre responder a la pregunta por el siguiente sesgo: el título de nuestro próximo VII ENAPOL, El imperio de las imágenes,quecaracteriza de manera precisa, uno de los aspectos más notorios de la transformación de la realidad efectiva en que se desarrolla hoy nuestra práctica.

Lo primero que podemos constatar a partir de la misma, es que las incidencias en las agrupaciones sociales por el efecto conjunto del discurso de la ciencia más el discurso del capitalismo, implican por estructura, la puesta en cuestión de todo aquello que en ellas ocupaba antes la función de lo que Lacan llamó los nombres del padre.

Ante cada nueva invención que surge del discurso de la ciencia, su inserción en los mercados no puede sino hacer tabla rasa con las organizaciones culturales previas que revelarían así, su estatuto de semblantes. Por esa razón, lo que trataremos de indagar en conjunto en San Pablo, son los nuevos síntomas que acompañan dicho proceso.

Ahora bien, para encontrar el aparato de lectura mas adecuado para poder leerlos y de este modo encontrar en cada caso la respuesta que conviene frente a las nuevas demandas que se nos presentan, me parece imprescindible recordar esta advertencia de Lacan que me parece crucial en la coyuntura en la que nos encontramos: "De esto se ocupan los analistas, de manera que, contrariamente a lo que se cree, se confrontan mucho más a los real que los científicos. Solo se ocupan de eso. Están forzados a sufrirlo, es decir, a poner el pecho todo el tiempo. Para ello es necesario que estén extremadamente acorazados contra la angustia". [1]

Digo que me parece crucial, porque a veces, aquí o allá, escuchamos entre nosotros mismos comentarios sobre la época que no dejan de rozar ese borde angustiado.

Entiendo así, que el trabajo de revisión permanente de nuestras referencias a las que desde hace años nos convoca la orientación que imprime Jacques-Alain Miller a la comunidad de experiencia a la que pertenecemos, apunta exactamente contra ese peligro, es decir, a hacer valer los instrumentos, que a partir de su última enseñanza, Lacan nos legó para que podamos colectivamente construir los diques necesarios para impedir esa deriva.

Concluyo con algo que recuerdo dijo Eric Laurent hace ya varios años en las XIII Jornadas Anuales de la EOL: "Nuevos síntomas, Nuevas angustias": "Esperamos entonces mantener la construcción de un dialogo crítico, tratar de llevarles más allá de ese impasse, y ayudar así a que el movimiento analítico en su conjunto encuentre el pase que le conviene". [2]

Me parece el mejor augurio para la aventura que nos espera en San Pablo.