EDICIÓN #4
Editorial Los AE y el cartel El cartel en el mundo Productos Lógicas colectivas Plenarias Jornadas Miradas Noches de carteles Bibliografía Staff |
PRODUCTOS
Love is a losing game
Rasgo: El amor, entre el goce y el Otro Tomando como referencia al Seminario 24 me interesa destacar los conceptos de lenguaje, significante y lo real como fuera de sentido en relación a la formulación el "amor como vacío". Lacan ubica lacónicamente, al amor como una significación. Las palabras no significan lo que pretenden, caen a los costados de sus referentes y el sujeto es hablado y no hablador. Ella Él L´insu que sait de "lo no sabido que sabe" pero al mismo tiempo y valiéndose de la homofonía en francés a l´insucces, el fracaso, el no-éxito. L´une bévue, a su vez es traducida como La una-equivocación. Pero tampoco se queda en una sola referencia, porque juega con el efecto homófono de Unbewusste, la palabra en alemán que usa Freud para el Icc. S´aille à mourre, última parte del título, se traduce como "es el amor" o "adquiere alas para la morra¨ el azar que Lacan utiliza para acentuar la dimensión de la contingencia. Un juego sin cálculo posible, en el que se depende del otro. El amor "Lacan dice: lo que hace de vínculo es el amor" El amor posee al menos tres niveles para problematizarlo. Hay un nivel imaginario en la presencia del i(a), la imagen del otro es imprescindible. En lo simbólico tenemos las identificaciones. Los rasgos idealizados del partenaire, la demanda de amor. En un nivel real, el amor implica las condiciones singulares de goce, finalmente el síntoma. Entonces tenemos el amor, entre el goce y el Otro. Entre el Icc y el síntoma. Entre la debilidad mental de las palabras de amor rebajadas por la demanda y su cara real. Ella, él, el amor y l´âme à tiers Lacan advierte en este seminario que lo real quiere ser identificado a la materia, en cambio él propone escribirlo como l´âme à tiers, la matière, la materia de esas tres cuerdas que el lenguaje aplana. El sonido, la resonancia por sobre la razón, las mentiras que nos contamos a través de la neurosis, el pathos de una vida. Al amor hay que agregarle su dimensión contingente, de juego, sin posibilidad de saber qué significa ganar siquiera. Si volviésemos a tomar esa posible traducción del título que mencionábamos, "El fracaso del Icc es el amor" podríamos suponer que es el Icc freudiano el que no alcanza para dar cuenta de la experiencia del análisis porque es un saber que habla de una misma cosa: el sentido fálico. El Icc no despierta, el analista deberá molestar la defensa para provocar la diferencia. Es por la vía de la equivocación que se podría tener la chance de salir de la cháchara del sentido y encontrase con un significante nuevo, non sensical al fin del análisis. Y el amor se verá despojado de sus condiciones ideales para servir de conexión frente a la ausencia de la RS, quedando en este caso como una metáfora de lo que no hay pero en su estatuto real en tanto permite ir más allá de lo edípico si se orienta hacia la derecha de las fórmulas de la sexuación y verificar, justamente, el valor que toma allí donde lo fálico no llega. |